HABLANDO CON LOS ÁRBOLES
Vivo en un pueblo pequeño en el que todavía se pueden encontrar, en sus alrededores, campos de cultivo y senderos que enlazan con otros pueblos pequeños.
A menudo salgo a caminar por los caminos que hay en las afueras.
Mientras camino me dedico a meditar como si de una sesión de zen se tratara.
Muchas cosas pasan por mi cabeza: Los problemas cotidianos, recuerdos del pasado, expectativas de futuro, etc…
Pasan por mi mente toda una procesión de pensamientos repetitivos que no me llevan a ninguna parte.
Al mismo tiempo intento reconducir mi atención a lo que me he propuesto con esa caminata.
Lo primero es ponerme en la frente un objetivo concreto como: Hoy voy a llegar hasta el pinar de la loma aquella del pueblo de al lado.
Pero en realidad eso solo es una excusa.